El Banco Mundial opinó por medio de un informe
que no le ha servido a República Dominicana, los significativos cambios
estructurales en su economía, para mejorar la calidad de vida de sus
ciudadanos, puesto que el crecimiento no ha sido inclusivo en las últimas dos
décadas.
Como parte del contenido del documento Para Construir un
futuro Juntos, Notas de Política en República Dominicana, el Grupo Banco
Mundial señaló que República Dominicana sigue siendo vulnerable a la llamada trampa del ingreso medio, una situación, según explica, donde un país
no es capaz de lograr el status de alto ingreso debido a que carece de reformas
estructurales que terminan por obstaculizar el crecimiento.
Para ilustrar este argumento, de 101 economías
catalogadas de ingreso medio en 1960, solo 13 escaparon de la trampa de ingreso
medio y se convirtieron en economías de ingreso alto en 2008: Guinea
Ecuatorial, Grecia, Hong Kong, China, Irlanda, Israel, Japón, Mauricio,
Portugal, Puerto Rico, República de Corea, Singapur, España y Taiwán, de
acuerdo con el contenido del informe, sobre los factores que pueden afectar la
sostenibilidad del crecimiento y la prosperidad compartida.
El organismo financiero multilateral entiende
que una mejoría más rápida en equidad y prosperidad compartida requerirá, para
República Dominicana, el sostenimiento de un alto crecimiento a través de
reformas estructurales en cuatro áreas críticas.
La nota de política argumenta que hay cuatro áreas
interrelacionadas que podrían tener efectos reforzadores sobre el crecimiento
inclusivo a largo plazo en el país, tales como la gestión macroeconómica y
fiscal; la competitividad de la economía, incluyendo varios factores como la
calidad de la infraestructura, el ambiente de negocios, y la solvencia del
sector financiero; la sostenibilidad social, incluyendo la calidad de los
servicios públicos en educación, salud, agua y saneamiento, y electricidad; y
la sostenibilidad medioambiental y resiliencia al cambio climático.
En el caso de las tecnologías de la información y la
comunicación (TIC), a las autoridades de República Dominicana se les aconseja
centrar su atención en un enfoque de tres pilares.
Primero, sería necesario
mejorar el marco institucional y la gobernabilidad del sector, lo cual
allanaría el camino para mejorar la competencia. Segundo, habría que hacer
esfuerzos para mejorar las instituciones y la regulación, la cobertura y
accesibilidad.
Tercero, sería necesario invertir en destrezas y abordar los
factores de la demanda”, indicó la nota de política sobre República Dominicana
del Banco Mundial.
La entidad dice que aunque se ha adelantado en los
últimos años en esas áreas, existe un número de reformas que podrían impulsar
el crecimiento y hacerlo más equitativo e inclusivo.
Entre los desafíos que cita el Banco Mundial para
alcanzar una prosperidad compartida, destaca que aunque el acceso a los
servicios financieros ha mejorado, el volumen creciente y las fuentes de
financiación del sector privado, acompañados con el acceso al crédito con
servicios no financieros, son retos clave.
De acuerdo con los últimos datos Findex, el 54% de los
adultos tiene una cuenta en una institución financiera formal.
Esto representa
un aumento significativo del 38.2% reportado previamente y está muy por encima
del promedio de la región, que se sitúa en el 40.7%, estableció el informe.
Sin embargo, el porcentaje global de crédito para las
micro, pequeñas y medianas empresas (Mipymes) es bajo. En términos de acceso a
financiamiento para las empresas, alrededor del 57% tiene una línea de crédito.
Cuando se clasifican por tamaño, esta cifra disminuye hasta el 49.8% para las
pequeñas empresas, aumenta a 64.6% para las empresas medianas y a 76.5% de las
grandes empresas, según el informe bajo la responsabilidad de Jorge Familiar
Calderón, vicepresidente del Banco Mundial.
LAS TRANSFERENCIAS SOSTIENEN HOGARES
Las transferencias son una fuente importante de ingresos para los hogares más
pobres de República Dominicana.
En 2013, las transferencias representaron el
22% de los ingresos del primer quintil y su participación en los ingresos
totales disminuyó en los grupos de ingresos más altos a 8% en el quintil más
rico, según el Banco Mundial.
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