
Iniciar a destiempo la campaña política será
traumático. Difícil para el país, con una economía que va a tropezones, e
insuperable para los pretendidos candidatos, y sus pocos recursos económicos.
Como un año muy distante de lo que podría ser una
lucha política en torno a las entrantes elecciones, el que viene debería
ser una acción para la superación de todos los dominicanos.
El tremendismo no da buenos resultados. Se debe ir
pensando en un plan de Nación, donde todos los sectores estén integrados. Sin
líneas ideológicas, la sociedad dominicana luce dividida. Cierto, que no hay
rebatiñas de fondo, todos son personajes del sistema y que luchan por el
sistema, pero está el culto al poder personal.
El que se cree líder quiere tener posiciones de mando,
y los cargos son contados. El mejor camino para levantar un liderazgo político
es trabajar a favor del pueblo. Pero ese trabajo no debe ser únicamente por los
medios de comunicación.
Una nota de prensa no llega a la dermis del pueblo.
Ocupa un espacio en los medios de comunicación por un par de horas,
y luego es letra muerta. Llena el ego de políticos que juegan a lo mediático,
pero ahí todo se olvida.
Hay que ir al corazón del pueblo a buscar soluciones
reales y efectivas a los graves problemas que padece la sociedad
dominicana. Estamos congelados en buscar soluciones al hambre, a la miseria, a
la exclusión social, a los problemas de la educación, la falta de asistencia
médica, el tétrico caso de las madres solteras, y en fin, la falta de
oportunidades que no permite el avance.
El empresariado en muchas ocasiones esconde la cabeza
en un montón de arena para no darse cuenta de problemas ancestrales, y en los
cuales ellos tienen también una responsabilidad directa. Hay que tener un
capitalismo de rostro humano. Es difícil pensar y lograr una buena y genuina
distribución de las riquezas, pero sí que haya una sonrisa en la gente de
dinero.
La sociedad no reclama migajas, sino soluciones. Todos
los dominicanos, sin importar cuál sea su rol social, deben ser agentes actuantes
en la solución de los problemas que sufre nuestra sociedad. Sin pensar en
beneficios políticos a largo plazo, que todos se pongan a trabajar por una
República Dominicana más progresista.
A Pleno Sol
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